domingo, 10 de agosto de 2008

Mi aventura de ser docente

He de confesar algo he tenido la oportunidad de leer otros textos acerca de la docencia y creo que es la primera vez que leo un texto que habla de lo mismo que me ha pasado y que me pasa como profesora, usa un lenguaje tan claro y común que expresa perfectamente todo lo que engloba la docencia, una felicitación a la persona que haya elegido este texto y a José M. Esteve por escribirlo.

Sin pretender parecer mártir o santa ni mucho menos, el ser docente no es fácil de hecho el pararte frente a un grupo es exponerte como persona y profesionista la juicio de 30 a 40 adolescentes que te observar desde el momento que entras al salón hasta que sales de el.

Bajo mi experiencia uno de los principales problemas con los que me he enfrentado y aun me enfrento es el ¿Cómo puedo captar la atención del grupo?, ¿Cómo puedo hacer para que se interesen en el contenido de mi clase?

Creo que tenemos que ser muy buenos observadores y entender que es lo que les llama la atención, que les interesa para partir de un punto en común, para generar empatia en el grupo y un ambiente de confianza. Después establecer una problemática a resolver algo que sea cotidiano para ellos que lo vivan, en mi caso creo que tengo un poco de ventaja ya que las materias que imparto son tecnológicas (electrónicas), y puedo establecer puntos mas concretos y visuales.

Aquí es donde debe de entrar el carisma del profesor en el como plantear el problema y si lo hacemos de manera correcta y capturamos la atención del grupo seguramente la clase seta un éxito. Al comenzar a proponer las posibles soluciones para la resolución de la clase (impartir la teoría) debemos hacerlo con mucho cuidado de no caer en lo tradicionalista (el maestro se la pasa hablando e ignora al alumno), hay que fomentar la participación del alumno en el desarrollo de la clase dándole la oportunidad de que enlace los conocimientos que tiene con los que se están generando.

Debemos de tener cuidado de no menospreciar al alumno y de que el alumno no nos menosprecie, es una relación de equilibrio difícil d mantener sin caer en los excesos o extremos. Generalmente creemos que si nos imponemos en clase nos ganamos el respeto del alumno, o que utilizo un lenguaje demasiado técnico al dar clase los alumnos tiene la responsabilidad de ponerse a mi nivel por que son ellos los que van a aprender y eso es mentira. Cuando suceden cualquiera de esta situaciones en lugar de que me de resultado me sucede todo lo contrario se genera un ambiente tenso en salón y los alumnos no aprenden nada y me tachan de mala maestra.

Sigo aprendiendo cada semestre que termina algo nuevo eso tienen de mágicos los muchachos su espontaneidad y trato de corresponder de la misma forma dejando que aprendan algo de mi.

Nayeli Castillo Esquivel.

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